NUESTRO MITO: EL BASAJAUN.
Aquí podéis acceder a la
información sobre el primer mito que se ha trabajado a nivel de centro, dentro
del proyecto Erasmus+ que estamos llevando a cabo durante el presente curso.
EL ORIGEN DE LOS BASAJAUN.
La creencia en el
Basajaun es anterior a la invasión romana de la Península Ibérica. Se trataría
una criatura humanoide, cubierta de pelo, larga melena y con un pie de planta
circular, como la pezuña de una ternera. Aunque la tradición alude a su gran
talla y fortaleza, no lo presenta como un ser dañino o peligroso. El mítico ser
pertenecería, por tanto, a una raza casi extinguida, de categoría algo superior
a la humana y dotada de ciertos poderes sobre las fuerzas de la naturaleza, lo
que le conferiría un carácter de semidios.
Este
mito no es exclusivo de Euskadi. Con algunas diferencias, encontramos criaturas
semejantes en otras zonas de España. Por ejemplo, en Asturias está el Busgosu,
genio protector de los bosques y de los seres que en ellos habitan. Su forma
difiere de la del Basajaun, pues se le atribuyen unas características físicas
cercanas a las del fauno. Sin embargo, también se habla de él como señor de los
bosques y se le representa con una larga cabellera.
Para
el vasco ancestral, los árboles adquirían una gran importancia. Las decisiones
que afectaban a todas las comunidades se tomaban en torno a un roble localizado
en la Villa de Gernika, a cuya sombra hoy siguen jurando su cargo los
lehendakaris recién elegidos. O que la frontera con Castilla la constituía el
llamado Árbol Malato.
Una
de las posibilidades barajadas es que el Basajaun en realidad sea el recuerdo
legendario de una época en la que existían neandertales por los parajes vascos.
De hecho, se sabe que éstos llegaron a convivir durante unos 10.000 años con los
homo sapiens, nuestros ancestros. Por fantasioso que pueda parecer, no es
descabellado que los antiguos habitantes de la cornisa cantábrica hubieran
visto en esa raza, hoy extinta, una especie de semidioses. El paso del tiempo y
la imaginación acabarían por crear la imagen del Basajaun, cuya leyenda ha
perdurado hasta nuestros días.
Algunas historias
sobre los Basajauns.
Es un personaje similar a los ogros, trolls
y yetis, el llamado “Yeti Vasco”.
También llamado el Señor del Bosque o
el Señor salvaje. Junto con Tartalo y
los gentiles (jentilak) forma parte del grupo de gigantes de montaña en la
mitología vasca.
Son unos personajes de la mitología
vasca y aragonesa de prodigiosa talla y fuerza, que los primeros pobladores de
aquellas tierras encontraron habitando en los montes y bosques.
Su pareja femenina se llama Basandere.
Habitaba en los bosques de Gorbea
(Álava) y también en la Selva de Irati (Navarra) y en la zona de Ataun, en
Guipúzcoa. Caminaban de forma humana, con el cuerpo cubierto de pelo y una
melena muy larga que les llegaba hasta los pies. Tiene su morada en lo más profundo
de los bosques o en cavernas situadas en lugares prominentes. Hay algunas
versiones en las que le atribuyen dos formas de pies distintos: uno de forma
humana y el otro circular, como una gran pezuña.
Combatían con quienes querían dañar el
bosque y protegían a quienes lo cuidaban.
Era protector de los rebaños de ovejas, y
estas indicaban su presencia con una sacudida de cencerros. Cuando se acercaba
una tempestad o los lobos, daba grito y silbidos en la montaña para prevenir a
los pastores. Así los pastores pueden estar tranquilos. A cambio, los Basajaun
reciben como tributo un trozo de pan que recogían mientras los pastores
dormían.
En los orígenes, poseían los
secretos de la agricultura, herrerías y la vida sedentaria. Un señor llamado
Martín Txiki (San Martinico) les arrebató todos sus secretos para divulgarlos a
la humanidad. Entre otras cosas les rogó el secreto de la fabricación de la
sierra, del eje del molino y la técnica para soldar metales.


No hay comentarios:
Publicar un comentario