miércoles, 3 de abril de 2019

NUESTRO MITO: EL BASAJAUN.












NUESTRO MITO: EL BASAJAUN.


Aquí podéis acceder a la información sobre el primer mito que se ha trabajado a nivel de centro, dentro del proyecto Erasmus+ que estamos llevando a cabo durante el presente curso.


EL ORIGEN DE LOS BASAJAUN.

La creencia en el Basajaun es anterior a la invasión romana de la Península Ibérica. Se trataría una criatura humanoide, cubierta de pelo, larga melena y con un pie de planta circular, como la pezuña de una ternera. Aunque la tradición alude a su gran talla y fortaleza, no lo presenta como un ser dañino o peligroso. El mítico ser pertenecería, por tanto, a una raza casi extinguida, de categoría algo superior a la humana y dotada de ciertos poderes sobre las fuerzas de la naturaleza, lo que le conferiría un carácter de semidios. 


            Este mito no es exclusivo de Euskadi. Con algunas diferencias, encontramos criaturas semejantes en otras zonas de España. Por ejemplo, en Asturias está el Busgosu, genio protector de los bosques y de los seres que en ellos habitan. Su forma difiere de la del Basajaun, pues se le atribuyen unas características físicas cercanas a las del fauno. Sin embargo, también se habla de él como señor de los bosques y se le representa con una larga cabellera.


Para el vasco ancestral, los árboles adquirían una gran importancia. Las decisiones que afectaban a todas las comunidades se tomaban en torno a un roble localizado en la Villa de Gernika, a cuya sombra hoy siguen jurando su cargo los lehendakaris recién elegidos. O que la frontera con Castilla la constituía el llamado Árbol Malato.


Una de las posibilidades barajadas es que el Basajaun en realidad sea el recuerdo legendario de una época en la que existían neandertales por los parajes vascos. De hecho, se sabe que éstos llegaron a convivir durante unos 10.000 años con los homo sapiens, nuestros ancestros. Por fantasioso que pueda parecer, no es descabellado que los antiguos habitantes de la cornisa cantábrica hubieran visto en esa raza, hoy extinta, una especie de semidioses. El paso del tiempo y la imaginación acabarían por crear la imagen del Basajaun, cuya leyenda ha perdurado hasta nuestros días.


Algunas historias sobre los Basajauns.


Es un personaje similar a los ogros, trolls y yetis, el llamado “Yeti Vasco”. También llamado el Señor del Bosque o el Señor salvaje. Junto con Tartalo y los gentiles (jentilak) forma parte del grupo de gigantes de montaña en la mitología vasca.

           
        Son unos personajes de la mitología vasca y aragonesa de prodigiosa talla y fuerza, que los primeros pobladores de aquellas tierras encontraron habitando en los montes y bosques.

           
        Su pareja femenina se llama Basandere.

           
       Habitaba en los bosques de Gorbea (Álava) y también en la Selva de Irati (Navarra) y en la zona de Ataun, en Guipúzcoa. Caminaban de forma humana, con el cuerpo cubierto de pelo y una melena muy larga que les llegaba hasta los pies. Tiene su morada en lo más profundo de los bosques o en cavernas situadas en lugares prominentes. Hay algunas versiones en las que le atribuyen dos formas de pies distintos: uno de forma humana y el otro circular, como una gran pezuña.


Combatían con quienes querían dañar el bosque y protegían a quienes lo cuidaban.


Era protector de los rebaños de ovejas, y estas indicaban su presencia con una sacudida de cencerros. Cuando se acercaba una tempestad o los lobos, daba grito y silbidos en la montaña para prevenir a los pastores. Así los pastores pueden estar tranquilos. A cambio, los Basajaun reciben como tributo un trozo de pan que recogían mientras los pastores dormían.


En los orígenes, poseían los secretos de la agricultura, herrerías y la vida sedentaria. Un señor llamado Martín Txiki (San Martinico) les arrebató todos sus secretos para divulgarlos a la humanidad. Entre otras cosas les rogó el secreto de la fabricación de la sierra, del eje del molino y la técnica para soldar metales.


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